Las oficinas y talleres de la U.S. Robots formaban una pequeña ciudad, espaciosa y bien planeada.
Todo era achatado como una fotografía aérea.
– Cuando vine aquí por primera vez -dijo- vivía en una pequeña habitación, allá a la derecha, donde está hoy el retén de bomberos. Fue derribada antes de que usted naciese. Compartía la habitación con tres personas. Tenía media mesa. Construíamos nuestros robots en un solo edificio.
Producción… tres a la semana. Ahora fíjese.
– Cincuenta años -aventuré-, es mucho tiempo.
– No cuando una mira hacia atrás. Una se pregunta cómo han pasado tan aprisa.
Yo, Robot. Isaac Asimov. 1950.